Sin embargo, algunos gatos pueden presentar rasgos físicos o neurológicos similares debido a otras anomalías genéticas o enfermedades congénitas. Estas pueden incluir:
✅ Trastornos cromosómicos felinos (como trisomías en otros pares de cromosomas).
✅ Malformaciones congénitas que afectan el desarrollo facial o neurológico.
✅ Síndromes como el hipotiroidismo congénito, que puede causar retraso en el crecimiento y alteraciones en la cara.
Si un gato presenta características inusuales, lo mejor es consultar a un médico veterinario para identificar la causa real y brindarle los cuidados adecuados.
Conclusión: Aunque algunos gatos pueden parecer "diferentes", no tienen síndrome de Down porque su estructura genética es distinta a la de los humanos.